El fumar (inhalar y exhalar los humos producidos al quemar el tabaco), conduce a una intoxicación crónica denominada tabaquismo.
Las hojas secas de la planta del tabaco se fuman en pipa o en puro, pero la forma más extendida es el cigarro o cigarrillo.
La nicotina, alcaloide del tabaco, es el componente principal cuando nos referimos a la dependencia física que crea este hábito ya que es una droga de alto poder adictivo.
El fumar afecta al corazón en distintos aspectos. Aunque la mayoría de las personas están muy al corriente de la relación existente entre fumar cigarrillos y el cáncer de pulmón y otras enfermedades del aparato respiratorio, muchos aun desconocen a este hábito como un factor de riesgo en la hipertensión y en el total de las patologías circulatorias.
El fumador: Su ambiente social y sus necesidades.
El fumar pareciera ser, en su origen, producto de la socialización del individuo. El concepto de socialización denota el proceso por el que se transmite la cultura de una generación a la siguiente.
No sólo se fuma en algún momento motivado por la acción de otros (por ejemplo, se fuma para impresionar a alguien, o para dar sensación de seguridad al que observa, etc.), sino que se comienza a fumar debido a que otros fuman como acto habitual.
El acto de fumar aparece como legítimo para el fumador, debido a que "otros" (muchas veces famosos o respetados, o muy cercanos al fumador potencial), también lo hacen.
Resumiendo, tres razones por las cuales el ser humano fuma:
1.Necesidad de intensificar sus sentimientos positivos o aminorar sentimientos negativos
2.Identificación con el entorno.
3.Adicción psicológica.
4.Imitar a otros.
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